Esta
semana comencé asistiendo el lunes a la clase de 1º ESO A, donde
empezaron el tema 9, correspondiente ya a la tercera evaluación. Un caso
particular de la sesión fue que un alumno pudo realizar el examen del tema 8
que tenía pendiente al haber traído un justificante médico del día que debería
haberlo hecho. Además, como la sesión de evaluación no tendría lugar hasta esa
misma tarde, no tuvo ningún problema para poder hacerlo.
A segunda
hora impartí clase en el grupo de 3º ESO A a petición de mi tutora, que debía
arreglar unas cuestiones para la sesión de evaluación de su tutoría. Comenzamos
el tema 9 por el apartado de ortografía donde se estudiaba el uso de las letras
s, x y r, rr. Una vez vista la parte de teoría les indiqué los
ejercicios que debían hacer en clase y que corregimos al final de la sesión.
A las 9.50
acompañé a mi tutora a la clase de 2º PCPI. Aunque en el horario dicha hora
correspondía a la sesión de tutoría, la profesora decidió cambiarla por la del
ámbito de comunicación que tenía ese mismo día a última hora e impartió lengua
castellana. Comenzaron el tema 11 con el apartado de ortografía, con las reglas
del uso de la m y la r.
En el
período del primer recreo acudí a la sesión de evaluación del grupo INTEGRA,
cuya tutora es la vicedirectora del centro. Los profesores asistentes
comenzaron diciendo las notas de cada alumno en voz alta para comprobar que
eran las mismas que aparecían en ITACA, el programa de gestión informática de
centros. Después, pasaron a hablar individualmente de los alumnos y valoraron
si los alumnos debían continuar en el programa o volver a sus grupos de
referencia.
La
siguiente hora la dediqué a revisar la documentación sobre el programa INTEGRA
que la orientadora nos había dejado a mi compañero y a mí.
A las
17.45 asistí a la sesión de evaluación de 1º ESO A, grupo en el que había
realizado mi unidad didáctica. El tutor
del grupo comenzó hablando de lo que los alumnos habían comentado en la sesión
de pre-evaluación, reconociendo que eran muy habladores y quejándose de que les
mandaban demasiado trabajo, sobre todo en las materias de Ciencias Naturales y
Ciencias Sociales. Después los profesores pasaron a hablar individualmente de
cada alumno. Por último, el tutor preguntó a los compañeros qué deseaban que
les comunicara al grupo en la próxima sesión de tutoría.
A las
18.45 comenzó la sesión de evaluación de 3º ESO A. El equipo docente del grupo
habló individualmente de cada alumno, proponiendo en algunos casos la idoneidad
de que en el curso próximo el alumno se matricule en un grupo de PDC o PCPI.
El martes
acudí al centro a las 8.55 a la sesión del grupo de 1º ESO E, donde empezaron
el tema 5 trabajando el texto descriptivo. La profesora escribió la teoría en la pizarra
para que los alumnos la copiaran en su cuaderno, después les dejó tiempo para
estudiar y al final de la clase les puso un breve examen. Además, como
actividades les propuso describir a su cantante favorito de modo esquemático y
a un miembro de su familia de manera redactada.
La
siguiente sesión correspondía a la hora de guardia y al no faltar ningún
profesor estuve con mi tutora en la sala de profesores atendiendo a los alumnos
que acudían por encontrarse enfermos para llamar a casa o a los que habían sido
expulsados del aula.
A las
10.45, durante el primer recreo, tuvo lugar la sesión de evaluación del grupo
de 2º PCPI, del cual es tutora mi tutora de prácticas. Los profesores fueron
hablando por cada especialidad de los módulos y ámbitos y posteriormente
pasaron a comentar individualmente el caso de cada alumno.
A las
11.05 acudí con mi tutora a la clase de 1º ESO A, donde corrigieron los
ejercicios de comprensión lectora que debían haber hecho en casa y comenzaron
el apartado de ortografía con el uso de la ll y la y. Al entrar
me di cuenta de que los alumnos habían cambiado la distribución del aula, pues
antes estaban organizados en filas de uno y ahora estaban sentados de dos en
dos. Según me comentaron los alumnos, el tutor había decidido en la sesión de
tutoría que habían tenido a primera hora probar esta nueva distribución para
ver si mejoraba el comportamiento general.
El martes
por la tarde regresé al centro para asistir a las sesiones de evaluación de 1º
ESO E y 1º BACH.
En la
primera la tutora del grupo de 1º ESO E comentó que en la sesión de
pre-evaluación con los alumnos ellos le habían dicho que tienen la sensación de
trabajar bastante, sin embargo los profesores no opinaban lo mismo. Después
pasaron a hablar de cada alumno, comparando los resultados obtenidos en la
primera evaluación y los que habían obtenido en esta.
En cuanto
a la sesión de evaluación de 1º BACH me gustaría destacar las diferencias con
respecto a las otras evaluaciones a las que había asistido. La primera es el
elevado número de profesores que acudieron debido a que todas las materias
de las diferentes modalidades se
concentran en un único grupo de primero de bachillerato. De igual modo,
numeroso era el grupo de alumnos, con 36 miembros, por lo que no me sorprendió
que el tutor y el resto del profesorado comentaran que hablaban y molestaban
mucho y que en ocasiones fuera difícil poder dar clase. Otra diferencia con respecto al resto de
sesiones de evaluación fue que en lugar de hablar de cada alumno
individualmente por orden alfabético lo hicieron según la modalidad de
bachillerato que están estudiando.
El jueves
llegué al centro a las 8.55 para acudir al aula del maestro de pedagogía
terapéutica que estaba trabajando en el aula con dos alumnos del grupo de 1º
ESO A, en el que había impartido mi unidad didáctica. El PT me enseñó los
materiales que utiliza con ellos y me
explicó cómo evalúa a los alumnos. La
nota final de la evaluación se obtiene del examen que cuenta un 50% y el otro 50% del trabajo diario, donde se
tiene en cuenta la puntualidad, el trabajo en casa, el trabajo en clase, la
asistencia y el comportamiento.
La
siguiente hora estuve consultando el PEC del centro y la documentación
existente referente al INTEGRA.
A las
11.05, los compañeros del practicum tuvimos una reunión con la coordinadora de
formación del centro para que nos explicara cuáles eran sus funciones y cómo
organizaba ella la formación en el centro. Entre otras cosas nos comentó que
este era su primer año de coordinadora de formación, pues este órgano surgió el
año pasado con motivo de la desaparición de muchos CEFIRES y para acceder a
este cargo tuvo que realizar un curso de formación para coordinadores. Entre
sus funciones está, la de presentar el Programa Anual de Formación (PAF)
del centro una vez detectadas las necesidades del profesorado mediante una
encuesta. Además, al final del año académico debe hacer una memoria en la que
se recojan los cursos realizados en el centro y los grupos de trabajo que se
hayan formado para preparar recursos para el aula. Actualmente, el curso que
están realizando un grupo de profesores del centro es de preparación del B1-B2
de inglés.
El viernes
comencé mi jornada en el IES a las 8.55 acudiendo a la clase de 1º ESO E. Como
los viernes es día de lectura para dicho grupo, los alumnos continuaron leyendo
en común el libro El hijo del ladrón de César Fernández García.
La siguiente hora
estuve con la profesora del departamento de castellano Manuela Juan, quien me
comentó si me interesaría dar una clase de literatura en el grupo de 4º ESO A.
Me explicó por qué tema iban y me dejó material para preparar la sesión que
tendré que dar el próximo lunes.
A las 11.05 acudí
con mi tutora al grupo de 2º PCPI, donde corrigieron ejercicios de comprensión
lectora del libro El rostro de la sombra de Alfredo Gómez Cerdá y
continuaron después leyendo un nuevo capítulo.
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