El lunes acudí al centro a las 9.50 para una reunión con los profesores Toni
Sempere y Manuela Juan para hablar sobre la mediación con los alumnos. Sin
embargo, finalmente el tema de la conversación derivó a las particularidades de
los grupos de Integra, pre-Integra, PDC y PCPI. Toni Sempere habló de la complejidad que
supone organizar sobre todo los grupos de Integra y pre-Integra, ya que
oficialmente los alumnos incluidos en estos grupos pertenecen a otras clases de
referencia, aunque no impartan ninguna clase con ellos. Tanto Manuela como Toni
destacaron la falta de habilidades sociales de los alumnos que integran estos
grupos, algo que para ellos es más prioritario que la adquisición de
contenidos. Manuela comentó que en cursos anteriores contaban con la figura
del mediador gitano, una persona de
referencia entre el centro, los alumnos y las familias, que estaba
subvencionado por servicios sociales. En mi opinión es una lástima que no se
continúe haciendo esta labor de mediación, pues si en todos los casos es
importante que las familias se involucren y preocupen por el desarrollo de los
estudios de sus hijos, más lo es en el caso del alumnado de este tipo de
grupos.
A las 11.05 mi tutora tenía la hora de atención a
padres, pero en esta ocasión tampoco tenía concertada ninguna reunión, por lo
que mi compañero de prácticas y yo aprovechamos para hablar con el profesor
Vicente Esquerdo para que nos comentara su punto de vista del grupo 1º ESO E
(pre-Integra) y nos explicara su experiencia con el grupo. Tal y como ya nos
habían dicho Manuela Juan y Toni Sempere, el profesor Vicente Esquerdo destacó
la falta de habilidades sociales de los alumnos que integran 1º ESO E, así como
su falta de hábitos de estudio. En su opinión, el hecho de que se haya formado
un grupo tan homogéneo de alumnos tiene aspectos positivos y otros bastante
negativos. Entre los positivos destacó que en muchas asignaturas se había
logrado que los alumnos alcanzaran mejor los objetivos y contenidos que ya
habían sido previamente adaptados. Sin embargo, como contrapartida, al ser en
su mayoría alumnos bastante conflictivos, la dificultad de poder dar una clase
“normal” aumenta, lo que ha motivado que varios profesores estén muy quemados
con el grupo y literalmente odien entrar a dicha clase.
El martes
a las 8.00 asistí a la tutoría de 1º ESO A. Al comienzo de la sesión el tutor
del grupo informó a los alumnos sobre el final de evaluación y la fecha de
entrega de notas, día en el que deberán venir acompañados de los padres.
Personalmente me sorprendió que los padres tuvieran que acudir al centro con
los hijos a recoger las notas, pero tal y como lo explicó el profesor en clase
se hace de ese modo para aprovechar la ocasión y hablar con ellos sobre la
evolución de sus hijos.
La clase
estuvo dedicada a terminar la actividad de los roles que habían trabajado en la
sesión anterior de tutoría, donde había quedado pendiente acabar la representación
en la que un alumno le rompe la camiseta a un compañero. Una vez finalizaron la
escenificación el tutor pasó a hablar de conceptos como la empatía, el
conflicto, la actitud y la creencia y pidió a los alumnos los que dieran sus
ideas para una posible definición de dichos conceptos. Además, les planteó
preguntas como ¿afecta el comportamiento de los padres en la conducta de los
hijos? o ¿el entorno afecta en la conducta?
A segunda
hora acudí con mi tutora de prácticas al grupo de 1º ESO E. Dedicaron la clase
a repasar para el examen del día siguiente. Para ello la profesora hizo un
esquema en la pizarra con todo lo que deberían estudiar para la prueba: género
y número del sustantivo, artículo delante del sustantivo, sinónimos y el uso de
la “j”.
La sesión
de las 9.50 correspondía a la hora de guardia y al no faltar ningún profesor
estuvimos en la sala de profesores atendiendo a los alumnos que venían buscando
al profesor de guardia por encontrarse enfermos o haber sido expulsados.
A las
11.05 acompañé a mi tutora al grupo de 1º ESO A donde tenían el examen
correspondiente al tema 8. Como en ocasiones anteriores, una vez hubo repartido
el examen leyó todas las preguntas en voz alta y resolvió las dudas que
plantearon los alumnos.
El miércoles
acudí al centro a las 13.00 para asistir al claustro extraordinario cuyo único punto
del orden del día era la revisión de las normas de convivencia del centro. El director
comenzó la reunión recordando que en el primer claustro del curso 2013-2014 ya se
explicaron las normas de convivencia y que el motivo de celebrar este claustro extraordinario
era reforzar su cumplimiento.
Los aspectos
que se trataron dentro del único punto del orden del día del claustro fueron:
- Los problemas que hay en el tiempo de recreo con alumnos
que se quedan en los pasillos.
- El uso del teléfono móvil en clase.
- La necesidad de llamar a los padres para informar que su
hijo ha sido expulsado de clase.
- La puntualidad en las guardias tanto de clase como de patio.
- La importancia de pasar lista en todas las clases.
- La entrada de alumnos más tarde de las 8.15.
- Comunicaciones con el equipo directivo a través del DOCGES.
- La utilización del aula de convivencia.
- La salida de las clases.
El director
dio después la palabra a los profesores para que aquellos que quisieran aportar
algo pudieran intervenir.
Además, la
jefa de estudios aprovechó que estaban todos los profesores presentes para informar
de las reuniones que habrá a finales de mes con motivo del plan de transición.
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